En el principio no había nada, y luego se hizo la luz. Toda creación comienza del caos, emerge del caos, y se enciende con una palabra, con la acción.
Esto no es la luz, es un paraje claroscuro por el que comienzo mi viaje, mi obra. Háganse, pues, las palabras… Y que fluyan los mundos.
Cuatro haikus para leer antes de dormir
I
Un sol alumbra
y llama a mi ventana:
arde la Tierra.
II
El cielo es amplio
y cabrán tantos sueños
que se evaporan.
III
Un oso de agua
no extraña mis palabras,
nunca existieron.
IV
Desnuda y ciega,
en la noche de invierno
duerme la Tierra.